lunes, 26 de marzo de 2007

Dije no.

Lo dije. Pero no escuchaste cuando te lo dije. Y a partir de ahí todo fue un malentendido. Porque vos seguiste ahí, en medio de la fiesta, bailando e insistiéndome para que bailemos juntos un tema, y otro. Una cerveza, otra y otro tema más.
Ni siquiera escuchaste que yo te dije no. Y te lo dije. Si hasta te movía la cabeza cuando te lo decía. Pero vos, que querías quedarte ahí, olvidándote de todo lo que había pasado antes de entrar, creiste que era el movimiento de mi cabeza al bailar. Pero era un no. Yo dije no y vos no te diste por enterado.
Por eso el malentendido.
Por eso tu sorpresa ahora, que ya salimos de ahí y llegamos a la puerta de casa y vos estás por entrar como cualquier otro día. Y yo te digo no. Acá, parados los dos, sin música, ni baile, ni nada. No, hoy no. Prefiero dormir sola.

No hay comentarios.: