domingo, 13 de mayo de 2007

No está mal volver hoy.

Aunque ir a la oficina cada vez me pesa más. Y cuantos más días paso sin ir, peor. Pero es lunes, y los lunes Rafa no viene. Quizás no estaría mal verlo. Ver qué me pasa. Qué nos pasa. Fue todo tan raro. La salida de la oficina como cualquier día, terminar en aquel telo, su mano, la caminata bajo la lluvia, el beso. Y después, el silencio de todos estos días -y en el silencio su cuerpo, su mano, esa ceja apenas levantada al escucharme, la risa, el beso-. Pero no, mejor así, mejor que no esté hoy. No va a ser un día fácil. Mauro insistió en vernos al mediodía para hablar y no pude negarme. Ayer cuando llamó me tomó por sorpresa, no esperaba su llamado, y menos su pedido, y dije bueno. No dije ni , ni claro, ni yo también quiero. Dije bueno, y eso bastó para quedar en almorzar en el lugar de siempre. Pero no está bueno. Me cuesta verlo. Me doy cuenta que sigo enojada, triste, dolida. Y que no tengo nada de qué hablar.
Casi tres años, algunos proyectos, una llegada a destiempo, un velo corrido y una charla de adiós. Aunque suene extraño, a eso se resume nuestra historia hoy, y tal vez sería mejor no intentar cambiarla. Pero en su pedido había cierta certeza de que debíamos vernos. Tal vez fue eso lo que me convenció. No sé. ¿Habrá pasado algo? O no, tal vez simplemente sea que su amor por mí es mas fuerte que todo, y aún sabiéndose no merecedor de mi perdón, me necesite y me extrañe y no pueda hacer otra cosa que buscarme. Me sonrío al pensarlo. Cuánta novela vista y leída, Flaca. Se te fue la mano. Pero bueno, lo concreto es que me inquieta el encuentro. Se lo notaba ansioso en su llamado.
Por suerte llegué a la oficina temprano y solo está Fabiola. Todavía medio dormida me recibe con una sonrisa y un te extrañamos Flaca, ¿cómo fue todo?, ¿llegaste con lo que tenías que presentar? -gesto y pregunta que registro con sinceridad y cariño, digno de ella y de muy pocos más acá adentro-. Mientras retribuyo con un genuino gracias Fábiol, sí, presenté todo, pero no sé qué me costó más, si llegar con el proyecto o entrar hoy acá, me voy sentando en mi escritorio y comienzo con el ritual cotidiano. Prendo la compu, guardo la cartera en la cajonera, doy vuelta las hojas del organizador hasta llegar al día de hoy, pongo la clave en el correo, y mientras va abriendo, voy en busca del primer café.
Cuando vuelvo, en medio de la larga lista de mensajes en rojo, los ojos se me van directo al que en el asunto dice:
... sé lo difícil que es volver...

y cuando lo abro continúa: ... por eso quería darte los buenos días, y desearte que la vuelta desde tu luna no sea tan difícil como lo imaginás y que hoy el sol brille, aunque sea un poquito, para vos.
otro beso, rafa.
No puede hacerme esto...
Releí el mensaje unas diez veces antes de poder ponerme a trabajar.

7 comentarios:

Hipotermia dijo...

chan. (ya sé que el chan atrasa, pero está siempre tan a mano).
buenísimo.
la flaca es una genia. si con esto no le dura la felicidad un mes por lo menos ... no sé, que pase por el iglú y va a ver lo que es la soledad, ja !! -de paso metí el similchivo, pero me salió natural, enserio creo que a la flaca le va bastante bien-. Por ahora lo peor es volver a la oficina. Pero seguro que pronto se va a España.

betina dijo...

son ciclos, hipotermia (como notarás leí, leí...)
todo llega, todo se va, todo vuelve.

Anónimo dijo...

ay, me mató el mail!. Me imagino a a la flaca...ya estará empezando a fantasear otro horizonte...
Este chico sí que sabe de sensibilidad femenina porque ahora todos nos olvidamos de que en dos semanas ni llamo. Qué cosa: un mínimo gesto pero el más oportuno
Bien! que siga la conquista!

Anónimo dijo...

esas dos semanas ... y luego ese mail ... Puede la flaca ir intuyendo, cuál es su modo de querer. Muchas voces me odiarán, pero ... me temo que el caballero planea en exceso ... esas dos semanas ... luego ese mail ... preciso, certero, directo al corazón ... DANGER !

betina dijo...

... y sí, el hombre está en plena conquista, con su exquisita percepción de la sensibilidad femenina, o por pura y mezquina planificación (imposible saberlo).
y ella, aunque más no sea este día, cayó rendida a sus pies.
yo también hubiera caído.

toi, anais dijo...

Ahhhh... los hombres. Y las mujeres que hacemos (y deseamos) que existan...

Aunque puedan pasar de sensibles exquisitos, a perfectos canallas según el día.

Excelente historia, Betina! felicitaciones, y no nos dejes esperando tanto... Adieu!

betina dijo...

toi,
intento no espaciar tanto el relato pero el tiempo juega conmigo y me atrapa y me distrae y me convoca a lo inesperado (tanto como...ahhh... los hombres).
gracias de todas formas por seguir por aquí.
adieu!